No podía haber empezado con peor pie la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, a bregar por este mundo. Ridiculez, idiotez, o tal vez ataque profundo de zapateritis es lo que ha llevado a esta mujer a meterse en el berenjenal que se ha metido con sus declaraciones sobre el uso del lenguaje y de algunos terminos en concreto, (ha recomendado a la Real Academia de la Lengua Española que incluya la palabra "miembras", entre otras, en su diccionario), que lejos de retirar, ha seguido manteniendo. Esto es de risa señora ministra.
Pero el colmo de los colmos es ver la idea que ha planteado para combatir el azote de la violencia de género en nuestro país. Decenas de mujeres mueren en España víctimas de la violencia de sus parejas o ex – compañeros y la solución que aporta la nueva ministra es crear un número de teléfono para que los potenciales asesinos canalicen su agresividad. Es penoso, ridículo y digno de un gobierno como el que tenemos. Esto es una prueba más de que no saben como atajar los problemas y solo plantean pseudo – medidas que no hacen más que provocarnos vergüenza ajena.
Pero el colmo de los colmos es ver la idea que ha planteado para combatir el azote de la violencia de género en nuestro país. Decenas de mujeres mueren en España víctimas de la violencia de sus parejas o ex – compañeros y la solución que aporta la nueva ministra es crear un número de teléfono para que los potenciales asesinos canalicen su agresividad. Es penoso, ridículo y digno de un gobierno como el que tenemos. Esto es una prueba más de que no saben como atajar los problemas y solo plantean pseudo – medidas que no hacen más que provocarnos vergüenza ajena.
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